"Las mujeres y las fases de la Luna", el símbolo de Mujeres y Vida en la Tierra, fue creado por la artista Bonnie Acker en 1980.

La Declaración de Unidad de Mujeres y Vida en la Tierra (1980)

"Mujeres y Vida en la Tierra" fue creada en 1979 por activistas del noreste de los Estados Unidos.


Estas fueron las razones para la unión de sus actividades e ideas:

DECLARACIÓN DE UNIDAD

Somos mujeres que se han reunido para actuar con una esperanza común en unos tiempos amenazadores. Empezamos la década de los años ochenta con un sentimiento de alarma por el futuro de nuestro planeta. Las fuerzas que controlan nuestra sociedad amenazan nuestra existencia con armas y centrales nucleares, residuos tóxicos e ingeniería genética. Una sociedad y economía mundial organizada para el provecho de un pequeño número de hombres blancos ha creado las condiciónes para el paro generalizado, la violencia doméstica y en las calles, la opresión de las gentes del tercer mundo, los ataques racistas, la comida, las condiciónes de vida y el cuidado de la salud inadecuados y, finalmente, la devastación ecológica de la tierra.

Observamos una conexión entre la explotación y el embrutecimiento de la tierra y sus habitantes, por una parte, y la violencia física, económica y psicológica que las mujeres sufren cada día, por otra. Queremos entender e intentar superar las divisiones históricas de raza, pobreza, clase, edad y preferencia sexual que han mantenido a las mujeres al margen y alejadas del poder político. Nuestros deseos son muchos, pero entender los problemas que tenemos que afrontar nos ayuda a imaginar cómo nos gustaría vivir.

Somos mujeres cuyas vidas y trabajos demandan la expresión conjunta de una nueva visión para la sociedad. La visión que queremos expresar y conseguir es positiva. Nuestra esperanza para el futuro está basada en una perspectiva feminista, un creciente entendimiento y reconocimiento de la diversidad racial, sexual y ecológica y en el fin del militarismo. Queremos vivir en comunidades descentralizadas basadas en la interdependencia, la autosuficiencia y otros principios ecológicos básicos. Estos principios no son abstracciónes. Son las condiciones para nuestra supervivencia.